Era bajo y adicto a los excesos, pero tremendamente exitoso con las mujeres. Aunque a muchas las maltrató, incluso físicamente, ninguna le olvidó y todas le amaron intensamente. Dos de ellas se suicidaron, una cuando el pintor la abandonó y otra al morir éste, a los 35 años. Una ambiciosa exposición de sus desnudos y retratos revela cómo veía Amedeo, “El Maldito”, el mundo de desenfreno que le rodeaba.
domingo, 14 de noviembre de 2010
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