sábado, 8 de octubre de 2011

Me importa nada


No me interesa la política, al menos eso creo. Terminaron las primarias (buen término para parecernos a los norteamericanos que tanto odiamos), 50 y 50 !!!, leo, a favor de Cristina...pero...pienso: 50 no es igual al otro 50?, de qué lado estoy?, del 50 que tiene la razón o del otro, del que no la tiene, hay veces que las matemáticas no pueden explicar (como me explicaron) lo que de verdad sucede, no, no al menos en mi país. Veo la gente sentada a mi alrededor, (estoy en un bar) como si yo fuera el ombligo del mundo. Porque no hay más que un sólo ombligo y yo no he venido a orbitar a ningún otro ombligo. Se pelean, muy amablemente para conseguir el diario; quieren leer qué está pasando por ahí, desde acá, desde el refugio de un café a diez pesos el pocillo. El diario, como las matemáticas, no reflejan lo que pasa. Lo que de verdad está sucediendo está en mi ordenador ( buen término para parecernos a los gallegos que tanto admiramos), no importa lo que sucede afuera !, nada, lo que pasa en un segundo deja de pasar al otro, así es la vida, mientras lo que escribo seguirá estando. Así de simple.

viernes, 7 de octubre de 2011

Tomas Transtrômer, poeta de los sueños y último premio nobel de literatura

"Me voy a la cama como si fuese a una fiesta. El despertar es casi siempre una desilusión."

Así va la vida

Será que me estoy acostumbrando a disfrutar más de ver al árbol que al bosque...

lunes, 19 de septiembre de 2011

Puntos de vista

Entre ella y yo, siempre hubo una misma fantasÍa: que yo podría.

¿?

ME PREGUNTARON PORQUÉ ESCRIBÍA...SI LO SUPIERA, DIJE, ME TEMO QUE NO LO HUBIERA HECHO NUNCA...

domingo, 5 de junio de 2011

DUDA

Cuando mi analista me diagnosticó "bipolaridad", "multiples personalidades", no estuve de acuerdo. Y yo tampoco.

Sentencia

Quizás sólo esté equivocado.

viernes, 18 de febrero de 2011

DESTINO


En el fondo, todos estamos alejados de la propia muerte....el destino nos espera, tramposo, con la única certeza que fuera dado darnos, nuestra propia muerte. ¿ será un no despertar en una noche cualquiera? ¿Un auto que no nos ve? o, en el medio de un hecho trágico a manos de un menor borracho y drogado...como fuera, no estoy del todo seguro de creer o no en que existe un destino, todo es cuestión de causa y efecto. Desde chico que trato de entender que somos nosotros mismos los que nos aproximamos hacia el final. ¿y si cambiásemos algo, podríamos esquivar así la propia muerte?, desde entonces es que dudo, en cada esquina, si doblar a la derecha o a la izquierda. Cosas.

martes, 15 de febrero de 2011

Alguien me dijo, la muerte no es tan mala, si estás del laldo del asesino


Alguien me dijo, hace un tiempo: la mayoría de los hombres suelen dormir "boca a bajo", y la explicación que recibí fue que los hombre que toman esta postura es que "no están tranquilos con su vida". La explicación, lejos de parecerme delirante, me pareció, sí, inquietante. Quien duerme "boca arriba", lo hace desde la tranquilidad de sus actos, no esconde su cara" no tiene de qué arrepentirse, esto no habla siquiera de sinceridad o de ser o no una buena persona, sino más bien de estar "en paz y tranquilos con uno mismo". desde entonces tengo la extrañeza, debo reconocerlo, de indagar en las distintas posturas a la hora de conciliar (o pelear, tal mi caso) el sueño. Es una de las pocas obsesiones que he sabido mantener, muy a mi pesar. Y de inmediato pensé en aquellos escritores llamados "los malditos". Se ha bastardeado esta noble distinción, al punto de que cualquier escritor medio "rarito" se cuelga o le cuelgan el título de maldito por el sólo hecho de "parecer un loco o un extravagante. Celine, Arteau, el Marqués de Sade, Varón Visa ( más su vida que sus mediocres libros, claro está), Lamborghini, Osvaldo, y algún que otro que no se ha salvado de su merecido irreconocimiento entre sus contemporáneos, tal vez, esto, como algo indispensable a la hora de colgarse la cocarda. El maldito no es, como se lo quiere hacer ver, una escritor que escribe desde la irreverencia ( a veces oportunista) ni el que lo hace de temas tabú. No. El maldito es el que, por excelencia no escribe para los demás, ni siquiera lo hace para sí. Me bastaría con saber si ellos, los malditos, dormían boca abajo o boca arriba...


P ¿El Niño proletario, es un mito Populista?


O.L. ¿Querés que te diga la verdad? ¿Cuál es el gran enemigo? Es González Tuñon; los albañiles que se caen de los andamios, toda esa sanata, la cosa llorona, bolche, quejosa, de lamentarse. Una ideología siempre te propicia para pelotudeces, pero también para mitos heroicos. Cuando te criás dentro de mitos heroicos me parece abyecto quejarse. Esto es poesía quejosa, hacer esta especie de orgullo de padre proletario, que se levantaba a las cinco de la mañana con sus manos callosas; que traía pan crocante a la mesa. Es hacer descansar una cultura en este pobre tipo que vino de Italia a laburar acá. Es una cosa no contra Castelnuovo; no importa lo que él piense como subjetividad. En los textos la ideología actúa, la ideología sube al escenario y representa su papel. Al nivel del cuento que aparece en Vidas Proletarias, de Castelnuovo donde al tipo, al anarquista lo persigue un oficial de investigaciones y él llega a su casa y pide a la madre que lo proteja. Entonces la madre lo protege. Es un policía dedicado a torturar a este anarquista. Esto es lo que yo le copio en "El Niño Proletario": los tres burgueses ven pasar al niño proletario y se vuelven locos y lo quieren matar, están dedicados a él. Entonces lo agarra y viene el oficial Gómez, que es el que siempre lo tortura, entonces el tipo le dice a la madre que apague las luces, entra el policía, se arma un buen ruido, se prenden las luces, y está la madre muerta, desangrándose en el suelo y el policía que se ríe y dice: quiso matarme a mí y mató a su madre. No hay, te digo, una cosa personal con Castelnuovo, más bien con la ideología liberal de izquierda, esa cosa llorosa. Es decir, que los escritos tienen que valer por el sufrimiento que venden y por las causas nobles de ese sufrimiento.s dem´s, el que se ha bajado de los llamados principios morales de su tiempo, el que escribe a sabienda de que la traición es el motor, el qie relata sin tomar partido, el que besa y mata en cada frase, al que nada le importa más que senatrse y escribir, con lmisma cadencia un ultraje que la confesión de un hombre atormentado, es que el maldito no lo juzga, nisiquiera lo comparte, ni lo aborrese, sólo, y esta es su naturaleza, se atiene a describir u hecho que pueda o no haber pasado por la vida, sólo le basta con que la historia halla hecho pie en su cabeza. Cuánta razón tenía Lamborrghini al decir en un reportaje ( sobre su cuento"El niño proletario".


Referencia: Lecturas críticas: revista de investigación y teorías literarias, Buenos Aires, Año I, Nº 1, 1980, p. 48-51.

miércoles, 12 de enero de 2011

JC Onetti, dolorosamente bueno


Basta ser despiadadamente leal con uno mismo para que la vida vaya encajando