martes, 21 de septiembre de 2010

La gorda

Me dijo que no podía ser así, discriminador, no discrimino, elijo.
Elijo decir lo que me plazca, nada de complaciencias, no estoy aquí para complacer a un lector, sólo escribo lo que quiero, y como quiero. Me gusta ser lector y decir, esto sí, esto está mal, pero acá escribo para mí, acá soy quien decide qué está bien y qué mal. puedo, por ejemplo, escribir que matar a una embarazada me parece correcto, más, voy a escribir sobre un mundo en dónde todo lo que está mal hacer, acá, en mi cuaderno, vale, y así voy a hacer de los 10 mandamientos todo lo no permitido y hacer una nueva lista de lo que está bien. Matarás, odiarás. Llegará un momento en que el crimen aumente y las bandas del crimen organizado crecerán y se extenderán; tendrán que sobornar para amar al prójimo. El delito aumentará tanto que ya no se lo podrá parar hasta que llegue un día en que el mal triunfará. Los políticos harán el bien impunemente, donarán sus bienes y nadie podrá hacer nada al respecto, darán pan y trabajo a los pobres y necesitados, lo enfermos se curarán en los hospitales, los policías, corruptos, integrarán bandas que ayudarán a la gente y nadie podrá hacer nada. Y apareceré yo, el escritor, daré vuelta las cosas y las pondré de nuevo en su lugar.

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